En el corazón de la ciudad, el centro infantil Euroamericano se ha convertido en un espacio mágico donde los niños de 1 a 4 años están dando sus primeros pasos en el fascinante mundo del cuerpo y las emociones. Con un enfoque lúdico y creativo, el centro ha diseñado un programa especial que permite a los más pequeños aprender sobre su propio cuerpo, comenzando por la cara, que es considerada una ventana hacia sus sentimientos.
Desde el inicio del proyecto, las profesoras han observado cómo los niños se iluminan al mirarse en el espejo y explorar sus rasgos faciales. A través de juegos interactivos, cuentan con una amplia gama de actividades que incluyen canciones, cuentos y manualidades. De este modo, los pequeños aprenden a nombrar las partes de la cara: ojos, nariz, boca y orejas, mientras también reconocen las diversas expresiones que se dibujan en ella.
Cada día se enfoca en una emoción diferente: la alegría, la tristeza, el enfado y el miedo. Esto permite a los niños no solo identificar cómo se sienten, sino también compartir sus propias experiencias. Por ejemplo, juegos como «¿Qué emoción ves?» fomentan la empatía y la comprensión emocional, ya que los niños observan imágenes de rostros y adivinan los sentimientos.
Aprendizaje Activo y Expresión Creativa
El aprendizaje en el Euroamericano no se trata solo de teoría; por el contrario, es una inmersión total en el juego. En el área de psicomotricidad, los niños juegan a imitar expresiones faciales mientras realizan movimientos corporales que reflejan distintas emociones. Pintar sus propias caras en papel y decorar sus obras maestras con colores y materiales de la naturaleza es otra de las actividades que los tiene encantados, permitiéndoles expresar su creatividad.
Para reforzar lo aprendido, se organizan dinámicas de grupo donde los niños pueden compartir momentos divertidos y llenos de aprendizaje. Las profesoras guían estas interacciones, ayudando a los pequeños a verbalizar lo que sienten y a comprender que está bien expresar sus emociones.
El enfoque del centro no solo se centra en el conocimiento físico del cuerpo; además, resalta la importancia de la salud emocional en el desarrollo infantil. Aprender a identificar y expresar emociones desde una edad temprana les enseñará a los niños a manejar sus sentimientos a medida que crezcan, contribuyendo a su bienestar general.
Conclusión
El CDI Euroamericano se dedica a cultivar un ambiente de aprendizaje inclusivo y alegre sobre el cuerpo y las emociones. Así, los niños no solo aprenden sobre su cuerpo, sino que también desarrollan habilidades emocionales esenciales para la vida. A través de juegos y actividades divertidas, cada pequeño se convierte en un verdadero explorador de sí mismo y de sus emociones, dejando huellas imborrables en su camino hacia el crecimiento personal y social.
